“El Capital de Schrödinger”: Notas sobre el trabajo concreto y el trabajo abstracto

por Jehu

https://therealmovement.wordpress.com/2015/10/18/schrodingers-capital-notes-on-concrete-and-abstract-labor/


NOTA 1: Valor, Valor de uso, Trabajo Concreto y Trabajo Abstracto

TRABAJO CONCRETO: ¿Qué es el trabajo concreto? Hay personas que trabajan de cajero en Walmart, hay quienes trabajan de asistente médico en una consulta, y otros enseñan introducción a la microeconomía en una universidad o ensamblan automóviles en una fábrica. Cada una de estas formas concretas de trabajo tiene sus características particulares y útiles. Son trabajos concretos, particulares y útiles, empleados para satisfacer una necesidad humana definida. Como trabajos concretos, particulares y útiles, no pueden compararse.

Por ejemplo, no podemos decir que cuatro horas de cajero en Walmart equivalen a cuatro horas enseñando microeconomía en una universidad del estado, ya que las necesidades satisfechas en una caja del retail no son las mismas que aquellas satisfechas enseñando teoría económica burguesa. Las dos formas de trabajo concreto tienen características distintas e incomparables y cada cual satisface una necesidad humana fundamentalmente distinta. (Imagina, por ejemplo, cuán útiles serían las habilidades de un mecánico automotriz en una delicada cirugía médica).

TRABAJO ABSTRACTO: Con trabajo abstracto, Marx se refiere a trabajo ausente de toda y cada una de las cualidades útiles con las que normalmente asociamos al trabajo. En la teoría laboral de Marx, el trabajo abstracto no posee característica concreta, particular o útil alguna. Y aunque es casi imposible imaginar el trabajo como trabajo puro, apartado de toda finalidad definida, es justo este tipo de trabajo el que Marx argumenta que produce valor.

Hay otra manera en que el trabajo abstracto se distingue del trabajo concreto: Si bien no puedes comparar cuatro horas de trabajo concreto en una caja de Walmart con cuatro horas de trabajo concreto enseñando introducción a la microeconomía en una universidad del estado, en sus formas abstractas, el trabajo de un cajero, del asistente médico, del profesor de universidad y del mecánico automotriz, son absolutamente idénticos y comparables. Como trabajos abstractos, se les despoja de todo aspecto que les es único, y por ende, no comparable, quedando…

… bueno, quedando nada que pudiésemos reconocer como trabajo.

Con la ausencia de toda cualidad particular y útil, una forma de trabajo abstracto es idéntica a toda otra forma de trabajo abstracto y puede entonces compararse a toda otra forma de trabajo abstracto. Como trabajo concreto, un cajero, un asistente medico, un profesor y un mecánico realizan trabajos que no pueden compararse unos con otros. Pero como trabajos abstractos — trabajos que producen valor — son idénticos unos con otros y tan intercambiables como los neumáticos de un automóvil.

Trabajo concreto versus abstracto

El trabajo abstracto entonces se distingue así del trabajo concreto, pero hay una salvedad: yo solo voy a trabajar una vez, no dos. No voy a trabajar y realizo trabajo concreto, y luego vuelvo a mi trabajo más tarde y realizo trabajo abstracto. Mi día de trabajo tampoco se divide en cuatro horas de trabajo abstracto y cuatro horas de trabajo concreto. Y tampoco realizo una labor en abstracto y luego la hago en concreto. Realizo ambas formas de trabajo juntas y a la vez.

Según Marx, en la caja, en la consulta médica, en la sala de clases y en la línea de producción automotriz, el trabajador realiza ambos tipos de trabajo — concreto y abstracto — simultáneamente. Aunque el profesor esté realizando un trabajo concreto definido que no puede compararse con el trabajo de un cajero, un asistente médico y un trabajador automotriz, sí está realizando — al mismo tiempo — trabajo abstracto que es idéntico al trabajo del cajero, el asistente médico y el trabajador automotriz. El trabajo en la teoría de Marx tiene este carácter dual en que un único acto de trabajo es a la vez abstracto y concreto, particular y universal, útil y sin propósito, inconmensurable y conmensurable.

Estos dos aspectos del acto del trabajo — abstracto y concreto — crean un producto que también posee dos aspectos distinguibles: el valor de uso y el valor de cambio. El trabajo concreto realizado produce un objeto físico con la capacidad de satisfacer alguna necesidad humana particular. Pero ese mismo acto de trabajo produce también algo que es tan difícil de establecer conceptualmente, y con certeza, como el concepto mismo de trabajo abstracto: produce valor.

El valor no satisfice necesidades humanas

Es obvio cómo una mercancía satisfice una necesidad humana definida: una hamburguesa o un bistec pueden satisfacer el hambre; una canción puede satisfacer un estado de ánimo; una cama puede satisfacer a un cuerpo cansado. El modo en que, en la práctica, los productos del trabajo satisfacen necesidades humanas es obvio, nadie discute ese aspecto de la mercancía.

Pero no pasa lo mismo con el valor de la mercancía. El valor no puede calmar el hambre, no puede aliviar un estado de ánimo y no puede dar descanso a un cuerpo cansado. En realidad, nada hay de útil en el valor y no hay razón obvia por la cual juegue un papel tan grande en nuestra sociedad.

El valor es además una extraña categoría de la teoría laboral precisamente porque, sumado a que no satisface ninguna necesidad humana, nadie jamás ha visto ese valor que crea el trabajo, y es la misma teoría laboral la que señala que el valor, de cualquier mercancía, no puede observarse. Pero no dejes que esto te confunda. Esta característica del valor no es inusual en el mundo físico: Por ejemplo, sabemos que la gravedad existe pero nadie nunca la ha observado. Lo que observamos cuando tropezamos y caemos es el efecto de la gravedad. Nadie espera tropezarse y caerse hacia arriba; se espera tropezar y caer al suelo. La idea de que la gravedad existe está tan arraigada en la conciencia de todo animal terrestre que si por alguna extraña razón te encontrases de repente suspendido a 100 metros del suelo en medio del aire, inmediatamente reaccionarías preparándote para un desagradable impacto con la tierra.
Aunque nadie haya en realidad visto la gravedad, sabemos que no es un estado mental subjetivo; es una ley. De igual modo, el valor no es una estimación subjetiva de lo que vale una mercancía, el valor tiene su propia ley, que es tan real para una sociedad productora de mercancías como la ley de la gravedad: la ley del valor. Esta ley señala que el precio de una mercancía es una expresión de su valor, y está determinado por su valor.

Precio no es valor

Marx define el valor como el tiempo socialmente necesario requerido para la producción de una mercancía. Toda mercancía, sean zapatos, automóviles, casas o una botella de whisky, tendrá un precio que más o menos refleje el tiempo de trabajo promedio requerido para producirlo.

Es importante añadir la salvedad de que el precio de una mercancía no es el valor de la mercancía; es una expresión del valor de la mercancía. En este sentido, el precio de una mercancía es como tropezar y caer al suelo, en tanto que caer al suelo no es la gravedad, sino una expresión de la gravedad.

El precio de una botella de whisky, por ejemplo, puede fluctuar mucho dependiendo de condiciones que nada tienen que ver con el trabajo requerido para producirlo. Veremos que esta fluctuación tampoco es inusual en el mundo de las ciencias físicas.

Valor y fuerza de trabajo

Entonces el valor de una mercancía no es su precio, ¿y qué es el valor realmente? Es tiempo de trabajo abstracto. Con el término tiempo de trabajo abstracto quiero decir, como señalé antes, trabajo que no tiene características concretas, particulares y útiles, vale decir, cierta duración definida de trabajo completamente abstraída de toda característica útil que pueda satisfacer necesidades humanas.

Esta definición es menos que útil, lo sé. Intentemos con esta otra: De acuerdo a Marx, el valor es fuerza de trabajo homogénea humana. El “gasto de una unidad de fuerza de trabajo uniforme… se halla incorporada en la suma total de los valores de todas las mercancías producidas por dicha sociedad”

¿No sirve de mucho?

Ok, intentemos otra vez.

Si el valor es el gasto de la fuerza de trabajo total de la sociedad, ¿qué es la fuerza de trabajo? La fuerza de trabajo es trabajo abstracto o trabajo en abstracto, o trabajo abstraído de todas sus características útiles. No es trabajo real, sino potencial de trabajo. Antes de que la fuerza de trabajo se ponga realmente en acción, existe como potencial de todos los millones de posibles trabajos concretos, particulares y útiles que realizamos a diario. Podríamos también, a la fuerza de trabajo, llamarle “potencial de trabajo” .

La noción de fuerza de trabajo como potencial de trabajo puede compararse a la energía potencial en la física, que se define como “la energía que un objeto tiene debido a su posición en un campo de fuerzas o que un sistema tiene debido a la configuración de sus partes”.

Para entender la energía potencial, y por analogía, la fuerza de trabajo, imagina que llevas una roca a la parte más alta de un edificio de diez pisos. Al subir la roca por las escaleras estás, simultáneamente, aumentando la energía potencial contenida en la roca. Tu labor al subir la roca por las escaleras se convierte en la energía potencial incorporada en la roca. Al llegar al techo, sueltas la roca por un costado. Esto libera la energía potencial almacenada en la roca, en energía cinética.

Así como la energía potencial de la roca se libera cuando la sueltas de un edificio de diez pisos, todo gasto real de trabajo concreto, particular y útil, es gasto de una cantidad definida de fuerza de trabajo, o es la conversión del potencial de trabajo en trabajo real. El gasto de este potencial de trabajo reaparece como el valor de los productos que él produce.

Suponiendo que todo el trabajo en la sociedad se emplea productivamente, el valor es el gasto del potencial de trabajo de la sociedad — extrayéndolo del potencial abstracto de trabajo que hay en los actos de millones de trabajos concretos, particulares y útiles.

*

Admitiré que el concepto de trabajo abstracto de Marx es extraño. Pero, para tu sorpresa, no es tan extraño como parece. La teoría cuántica tiene una descripción muy similar del modo en que funciona el mundo. Pero antes de pasar a la teoría cuántica, veamos las objeciones al argumento de Marx por parte de la escuela de la forma-valor.

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Pub: 28 Apr 2020 04:21 UTC
Edit: 28 Apr 2020 21:13 UTC
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