El Capital de Schrödinger: En donde Heinrich explica las ganancias como un aumento de los precios por sobre los costos

por Jehu

https://therealmovement.wordpress.com/2015/11/26/schrodingers-capital-wherein-heinrich-explains-profit-as-a-price-markup-over-costs/


NOTA 20: La ficción de los salarios.

En un extracto de su libro The Science of Value, Michael Heinrich argumenta: "la existencia independiente del valor de cambio solo se expresa adecuadamente como valor autovalorizante" .

No tengo idea de lo que Heinrich quiere decir con esta afirmación sin sentido, así que veamos si podemos analizarla.

En primer lugar, ¿qué se entiende por "la existencia independiente del valor de cambio"? Que el intercambio tenga una existencia independiente solo puede significar que el dinero, en la forma de alguna mercancía en particular, ha surgido como el equivalente universal de todas las demás mercancías. El problema con este punto de vista para la escuela de la forma-valor es que, de acuerdo con la escuela de la forma-valor, ninguna mercancía tiene valor, siendo este último solo un artefacto del intercambio de mercancías por dinero. Si ninguna mercancía tiene valor, incluida la mercancía que sirve la función del dinero, ¿cómo puede existir el valor de cambio?

Según Arthur en su ensayo de 2003 sobre el tema, "postulamos la presuposición" de que los valores de uso tienen valor al medir su valor en unidades de un dinero. El dinero, dice Arthur, crea la dimensión del valor y es la medida del valor. El valor de una mercancía no es más que su precio en moneda.

Para 2012, sin embargo, el argumento de Arthur había cambiado: ahora ya no era el dinero lo que convertía los valores de uso en valores, sino específicamente el capital dinerario:

El valor como forma pura se postula en la circulación desarrollada, culminando en la fórmula general (die allgemeine Formel) del capital; entonces esta fórmula se muestra como la forma de un contenido en la medida en que se hunde en la producción. Pero surge un nuevo valor en la producción bajo el impulso del capital para valorizarse a sí mismo; en esta perspectiva, el proceso de producción capitalista se considera desde el principio como formado-por-el-valor en la medida en que todas las mercancías, incluida la fuerza de trabajo, son mercancías compradas con capital-dinerario. La producción está determinada por la forma cuando se encuentra en el circuito del capital.

Solo después de que la fuerza de trabajo fue comprada y vendida en el mercado, podríamos decir que la producción y el intercambio fueron determinados por la forma-valor. Por lo tanto, cuando Heinrich habla de que el valor de cambio tiene una expresión adecuada solo con el valor autovalorizante, implica que el valor solo se vuelve real cuando el dinero se convierte en capital dinerario.

Bien, vale.

¡Espera! ¡Pensé que el valor no existía!

Pero incluso aquí Heinrich está disimulando deliberadamente: si el valor realmente no existe, como insiste la escuela de la forma-valor, ¿cómo podría existir el valor de cambio? En última instancia, el valor de cambio es simplemente el valor de algún dinero-mercancía que se intercambia por una mercancía. Si los valores de uso no tienen valores, esto también debe incluir incluso el valor de uso que sirve como dinero en un intercambio. Si el dinero no tiene valor, no puede servir como valor de cambio, como la expresión universal de los valores de las mercancías.

Por otro lado, si Heinrich simplemente está tratando de explicar su lectura de Marx, es obvio que Marx nunca sostuvo la opinión de que el valor de cambio surge solo con el valor autovalorizante, es decir, con el capital dinerario.

La única forma en que el argumento de Heinrich tiene sentido es que está tratando de apropiarse de las categorías valor y valor de cambio, muy parecido a cómo los Rothbardianos en los Estados Unidos han tratado de apropiarse de la etiqueta política: “libertario”. Los términos, valor y valor de cambio, sirven como camuflaje protector para una escuela que piensa que las mercancías solo tienen precios, no valores. Al usar los términos "valor" y "valor de cambio", la escuela de la forma-valor cree aparentemente que puede distinguirse de los economistas burgueses simplones.

De hecho, sería fascinante leer una explicación de los seguidores de la escuela de la forma-valor de cómo su noción de valor difiere de la noción burguesa de que el valor de cualquier mercancía es su precio de mercado.

Aún así, el argumento de Heinrich tiene algunas ideas interesantes porque en el ensayo mencionado pretende explicar cómo se autovaloriza el capital. Pero tiene que hacer esto sin invocar la noción de valor o plusvalía. Heinrich podría haber hecho esto a la manera fácil declarando directamente que los capitalistas obtienen ganancias vendiendo el producto del trabajo por más de lo que pagan por los costos de la fuerza de trabajo y otros insumos, pero así es ya como explican las ganancias los simplones burgueses: Como explica él: "los primeros economistas habían considerado las ganancias del capital como una simple prima por sobre el valor de las mercancías".

Tu argumento no se verá muy radical si simplemente replanteas la teoría burguesa simplona con mucha terminología marxista. Así que Heinrich tiene que decir lo que dicen los teóricos burgueses, pero tiene que hacer que parezca que está diciendo algo radical y nuevo.

Los salarios son ficción

Y aquí es donde brilla la belleza del punto de vista de la forma-valor.

A diferencia de la escuela MELT, la escuela de la forma-valor no se engaña a sí misma con que la moneda fiduciaria expresa el valor de las mercancías. (Por supuesto, dirían esto también sobre el dinero-mercancía, pero dejemos esto a un lado por un momento). Puesto que la escuela de la forma-valor “sabe” que la moneda fiduciaria no expresa el valor de ninguna mercancía (incluso si reconoce que éste existe), sostienen que esto también es cierto para la fuerza de trabajo: incluso si la fuerza de trabajo tuviera valor, no hay forma en que una moneda fiduciaria sin valor pueda expresarla en un intercambio.

En un momento de perspicacia brillante (ah, pero esta sería una intuición de Keynes, no de Heinrich), Heinrich afirma que los salarios se pagan con una moneda fiduciaria; una moneda que no se puede canjear por ningún dinero-mercancía; en otras palabras, una moneda fiduciaria, inconvertible y sin valor, forzada a circular por el estado fascista. Puesto que la moneda no tiene valor propio, bajo el supuesto que Marx plantea en El Capital, no puede expresar el valor de las mercancías por las que se intercambia.

Lo que significa, esencialmente, que al pagar los salarios en un símbolo de papel sin valor, el capital productivo no paga la fuerza laboral en absoluto.

Sí. Se paga un papel moneda, pero este papel moneda no tiene ningún valor de cambio en absoluto — es una completa ficción. Cualquier poder adquisitivo real que posea la moneda no puede ser determinado hasta más tarde, cuando el trabajador vaya a la tienda de comestibles para averiguar qué puede comprar este pagaré.
Como lo expresa Heinrich:

“[La] objeción que Keynes planteó contra la teoría neoclásica de los salarios también puede aplicarse a la determinación de Marx del valor de la fuerza de trabajo: el trabajador no recibe una canasta específica de bienes como compensación, sino más bien una particular suma de dinero; el salario real y, por lo tanto, el "valor de la fuerza de trabajo", surgen por primera vez posteriormente, cuando han surgido los precios de los bienes individuales en el mercado".

Con base en su argumento, Heinrich podría haber explicado que, justo cuando la moneda fue separada de un dinero-mercancía, partiendo en la década de 1930 y culminando con el colapso de Bretton Woods en 1971, los valores de las mercancías se separaron de los precios de las mercancías y así, la producción de mercancías se separó de la circulación de mercancías. La razón por la que Heinrich no dice esto es porque probablemente ni siquiera se da cuenta de que esto sucedió cuando los países se salieron del patrón oro. Al igual que el resto de la escuela de la forma-valor, Heinrich cree que todo lo que decía Marx sobre el valor era pura mierda desde el principio.

A diferencia de la escuela MELT, la escuela de la forma-valor no es lo suficientemente tonta como para pensar que la moneda fiduciaria puede expresar los valores de cualquier mercancía, incluida la fuerza de trabajo. Aparentemente, sin embargo, nunca se les ocurrió que si esto es cierto, la lucha por los salarios también ha de ser una ficción.

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Pub: 28 Jan 2021 22:43 UTC
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