Datas de vacaciones escolares por comunidad: Andalucía, la capital española, Cataluña y más
Planificar el curso con cabeza marca la diferencia entre un trimestre sereno y un estrés continuo de última hora. Quien tiene niños en casa lo sabe: los calendarios escolares en España no son idénticos, cambian según la comunidad autónoma y, a veces, incluso por provincia o por decisión del propio centro en etapas como Bachillerato o FP. Reservar un viaje, organizar campamentos o cuadrar turnos de trabajo pide mirar las fechas con lupa y, mejor aún, hacerlo con margen. Este recorrido práctico repasa cómo se configuran las vacaciones por comunidades, qué diferencias importan de verdad y qué trucos ayudan a evitar sorpresas.
Antes de bajar al detalle, una idea clave: el Ministerio fija un marco general de días lectivos que las comunidades adaptan. De ahí sale el mosaico. Hay patrones que se repiten casi siempre, como Navidad y Semana Santa, pero los puentes, las fiestas locales y los días no lectivos añadidos por cada región generan variaciones. Cuando revises un calendario escolar España, no te quedes en el titular. Mira la letra pequeña, porque ahí viven los matices.
Cómo se arma el calendario escolar en España
El marco estatal habla de un mínimo de días lectivos, por lo general entre 175 y 180. Cada comunidad decide el inicio y el fin, así como los periodos de evaluación, los días de libre disposición y, a veces, diferencias por etapas. Infantil y Primaria suelen arrancar un poco antes que Secundaria y Bachillerato. FP y enseñanzas artísticas pueden tener ajustes propios por módulos y prácticas. Y en las islas, la meteorología también condiciona: en Canarias y Baleares no es extraño encontrar ligeros ajustes para evitar olas de calor de septiembre.
Al revisar los calendarios escolares en España conviene comprobar cuatro bloques: arranque de curso, Navidad, Semana Santa y final de clases. Luego, añadir puentes estatales o autonómicos y, por último, las fiestas municipales. Esas fiestas locales no aparecen siempre en el documento autonómico, de modo que el centro suele emitir su propio anexo.
Andalucía: calor de arranque y largos puentes bien encajados
En Andalucía, el curso arranca habitualmente durante la segunda semana de septiembre en Infantil y Primaria, y un par de días después en Secundaria y Bachillerato. No es solo tradición, es prudencia con el calor. Muchos centros planifican horarios más suaves esos primeros días. Quien busque vuelos baratos, ojo, porque la media de inicio no suele pasar del día 15 para Primaria.
Navidad queda en el rango habitual, con vacaciones desde poco antes de Nochebuena hasta después de Reyes. Semana Santa descansa siempre en función del calendario litúrgico, pero la Junta suele garantizar al menos una semana completa sin clases, a veces con un día de libre disposición adicional si la luna “parte” la semana de forma poco práctica.
Un rasgo andaluz es la gestión de puentes. Al caer el 28 de febrero, Día de Andalucía, a menudo se acompasa con un día no lectivo cercano. Si coincide en mitad de semana, muchos centros concentran evaluaciones o excursiones previas para evitar cortar el ritmo. En provincias con ferias fuertes, como Sevilla o Málaga, no faltan ajustes parciales, sobre todo en Bachillerato.
Comunidad de Madrid: regularidad y evaluación temprana
Madrid tiende a un calendario estable y claro, útil para familias que necesitan cuadrar agenda laboral. Infantil y Primaria suelen empezar en la primera quincena de septiembre, a menudo en torno al día 7 a 10, con Secundaria un poco después. El primer trimestre concentra mucha carga evaluativa, por lo que los institutos suelen cerrar notas antes de las vacaciones de Navidad. Para quienes dependen de refuerzos o actividades extraescolares, esto ayuda a encargar clases de apoyo a tiempo.
Las fechas vacaciones escolares de Navidad se ajustan a la estela general: desde días previos a Nochebuena hasta el primer día laborable tras Reyes. Semana Santa resulta variable, pero la Comunidad programa siempre un par de días extra además de los festivos, de modo que el descanso cubre cinco a siete jornadas lectivas. Un detalle útil: los “días de libre disposición” a veces caen en puentes de octubre y mayo, algo que agradecen las familias que viajan o acuden a segundas residencias.
En Madrid, la ola de frío de enero puede provocar ajustes puntuales en horarios, sobre todo en centros con patios descubiertos y entradas masivas. El aviso suele llegar por los canales del colegio, de ahí la importancia de seguir la app o el email del centro.
Cataluña: Sant Jordi en curso y tradición de jornada intensiva en junio
Cataluña mantiene rasgos propios muy asentados. El inicio suele adelantarse algunos días en Primaria, con Secundaria y postobligatorias entrando más tarde. Hay un énfasis en la evaluación continua y, por tanto, un calendario con más “microcortes” formativos, pero no tantos días no lectivos agrupados.
Las vacaciones de Navidad encajan en las fechas habituales. Semana Santa libera también una semana completa. La singularidad se nota a final de curso: muchas escuelas adoptan jornada intensiva en junio, con salidas al mediodía y actividades menos académicas por la tarde, si las hay. Para la conciliación, los AMPA suelen organizar casales o talleres que cubren ese hueco, y conviene reservarlos con antelación porque se llenan.
Las escuelas de Barcelona capital tienden a coordinarse, aunque siguen existiendo diferencias por distrito y titularidad. En años con grandes eventos ciudad, puede haber ajustes puntuales. Y recordatorio práctico: Sant Jordi cae en abril, entre evaluaciones y selectividad en el horizonte. Los institutos marcan bien las fechas para no comerse las preparaciones de la EBAU, aquí llamada PAU.
Comunidad Valenciana: fallas en medio del trimestre
Vivir las Fallas con niños en edad escolar exige plan. En Valencia capital y área metropolitana, marzo trae alteraciones de tráfico, mascletàs y festivos que cruzan la rutina. No es extraño que el calendario escolar España en la Comunitat contemple días no lectivos alrededor de esas fechas, que se suman a los puentes habituales. El curso arranca en la primera mitad de septiembre, Navidad se alinea con la regla general y Semana Santa y Pascua incluyen, con frecuencia, el lunes de Pascua, algo que alarga el descanso.
Para familias en Castellón o Alicante, menos dependientes de Fallas, el patrón es más “clásico”, aunque en Semana Santa y Pascua se conservan días adicionales. Un apunte que he visto repetirse: los centros planifican salidas y semanas culturales en marzo para absorber la energía del alumnado en medio de los petardos y la fiesta.
Galicia: lluvias, entroido y un cierre de curso muy vivido
Galicia incorpora el entroido como hito del segundo trimestre. Muchos municipios suman dos o tres días no lectivos asociados al carnaval, con desfiles escolares y talleres. En años de meteorología adversa, algunos centros ajustan la práctica de educación física o las actividades exteriores, lo que no cambia el calendario, pero sí la logística de familias con niños que van a pie.
Navidad y Semana Santa siguen el patrón general. El final de curso, a mediados de junio, llega con festivales y romerías escolares. Para quienes trabajan en sectores con campaña de verano, ese cierre temprano facilita preparar campamentos o llevar a los peques al pueblo antes del aluvión de julio.
País Vasco: días pedagógicos y equilibrio entre trimestres
En Euskadi es habitual que el calendario integre varios días de libre disposición “pedagógica”. No son vacaciones a capricho, se usan en formación del profesorado o coordinación de proyectos; para las familias, cuentan como no lectivos. El curso suele empezar algo más avanzado septiembre que en otras comunidades, sin grandes diferencias entre etapas. La Navidad mantiene los festivos canónicos y la Semana Santa asegura la semana completa.
Otro rasgo interesante es el esfuerzo por equilibrar la carga entre trimestres. Algunos centros evitan cerrar notas demasiado pronto en diciembre para no inflar el primer tramo del curso. En Bachillerato, se coordina con la EBAU vasca para que mayo y junio no se conviertan en una carrera de obstáculos.
Castilla y León: inviernos fríos y puentes bien señalados
Castilla y León, con su clima duro en enero y febrero, presenta arranques de curso clásicos, entre el 7 y el 12 de septiembre en Primaria, y cierres alrededor del 20 de junio. Los puentes de octubre y diciembre suelen estar bien definidos, a veces con un día autonómico de ajuste que permite a las familias planificar escapadas al campo o a la sierra.
Carnaval no siempre trae días no lectivos en toda la comunidad, aunque sí en municipios concretos. Si tu colegio está en capital de provincia, revisa la web municipal, porque ahí suelen listar los festivos locales que impactan el calendario.
Castilla-La Mancha: continuidad y margen en Semana Santa
La región apuesta por un calendario continuo sin demasiados cortes dispersos, con foco en una Semana Santa generosa que, según el año, puede alargarse con el lunes de Pascua. El arranque se sitúa en la primera mitad de septiembre, y la Navidad se extiende hasta después de Reyes, como en casi toda España. En comarcas con tradiciones fuertes de carnaval, aparecen dos días no lectivos que conviene confirmar con el centro.
En Secundaria, muchos institutos dosifican los exámenes finales del segundo trimestre para que no se coman el descanso de Semana Santa. Los padres agradecen ese gesto, porque evita viajes interrumpidos por recuperaciones.
Aragón: nieve en el Pirineo y semanas blancas puntuales
Aragón destaca por su relación con la nieve. Aunque no es algo extendido a todos los centros, algunos colegios del Pirineo y Huesca organizan “semanas blancas” o jornadas de deportes de invierno, ajustando evaluaciones y actividades para no perder ritmo. El calendario oficial no incorpora esas semanas como vacaciones, pero en la práctica alteran el día a día. Navidad y Semana Santa siguen la pauta general, con fin de curso en torno a la segunda quincena de junio.

El puente del Pilar, por razones obvias, suele cuidarse en Zaragoza. Si 12 de octubre cae cerca del fin de semana, la comunidad define bien los días no lectivos para que las familias se organicen sin dudas.
Navarra y La Rioja: precisión y coordinación con fiestas locales
Navarra muestra un calendario preciso, con publicaciones tempranas que facilitan reservar campamentos y colonias. Carnaval puede traer dos días libres según el municipio. En La Rioja, el calendario es compacto, con atención especial a San Mateo en Logroño. Como norma, arranque en septiembre, Navidad estándar y una Semana Santa completa, con un lunes de Pascua que a veces entra, a veces no. Conviene observar el documento oficial de cada año.
Extremadura: ritmos tranquilos y verano que manda
En Extremadura, el curso arranca en fechas similares a las demás comunidades, pero se percibe un ritmo académico más concentrado en los meses templados, y un final de curso que no se alarga más allá de la tercera semana de junio. Los centros suelen comunicar pronto los días no lectivos para cosechas o ferias que mueven a mucha población, aunque no todos se traducen en vacaciones escolares. Navidad y Semana Santa sin sorpresas, con atención especial al puente de diciembre.
Murcia: cierres tempranos en junio y Pascua bien generosa
Murcia suele cerrar el curso ligeramente antes que otras comunidades, en torno a mediados de junio. La Semana Santa y la Pascua resultan particularmente señaladas, con días extra que, sumados a los festivos, ofrecen un descanso más largo de lo normal. Para familias que viajan con abuelos a la costa, esta ventana es oro. El arranque de septiembre se mantiene en el rango general, con el calor apretando los primeros días, así que muchos centros adaptan uniformes y horarios.
Canarias: ajuste al clima y un calendario que evita extremos
En las islas, el calendario escolar mira al sol. Septiembre puede venir con calor más intenso, y junio con días suaves, así que los centros ajustan la actividad física y, a veces, aplican franjas horarias flexibles al inicio y final de curso. Navidad y Semana Santa igual que en península, con la particularidad del https://calendario21.cavandoragh.org/calendario-escolar-espana-2025-navidad-semana-santa-y-verano día de Canarias a finales de mayo, que se vive en los colegios con actos culturales y, a veces, con un puente escogido.
La logística aérea encarece la improvisación. Quien quiera aprovechar las vacaciones escolares para volar entre islas o a península debería reservar con antelación, porque los picos de demanda se notan.
Baleares: pascua y verano compartido con el turismo
Baleares combina su calendario con la realidad turística. Las escuelas tienden a concentrar días de libre disposición en periodos que no rompan demasiado el trimestre. Pascua trae el lunes incluido con frecuencia, lo que suma un día más al descanso. El final de curso llega en torno a mediados de junio. Para familias que trabajan en hostelería, los casals de verano que organizan los ayuntamientos se convierten en un recurso clave para cubrir la jornada laboral.
Asturias y Cantabria: verde, lluvia y un otoño bien medido
En Asturias, el otoño es amable con la escuela: menos olas de calor y un arranque fluido a principios de septiembre. Navidad estándar y Semana Santa completa. Cantabria, por su parte, ha experimentado en algunos años “semanas de descanso” repartidas, inspiradas en modelos del norte de Europa. Si ese esquema se aplica, las familias deben estar atentas, porque cambia la organización habitual. Revisar el documento del curso vigente es indispensable.
Ceuta y Melilla: diversidad de festivos y equilibrio intercultural
Las dos ciudades autónomas incorporan festivos propios, incluidos algunos de confesión islámica, lo que añade variaciones respecto al resto del territorio. El diseño del calendario busca equilibrio y respeto a todas las comunidades, con un número de días lectivos equivalente. Navidad, Semana Santa y arranque de septiembre siguen la línea general, pero los puentes se mueven más por la particularidad local.
Qué cambia año a año y cómo anticiparse
Aunque el esqueleto se repite, cada curso trae ajustes: una Semana Santa que cae pronto o tarde, un festivo nacional que se desplaza, una ola de calor que empuja a intensificar junio. Además, la EBAU puede desplazar evaluaciones en Bachillerato, y las prácticas de FP mueven finales de módulo. He visto familias tener problemas por contar con que “será como el año pasado”. Mejor verificar.
Para moverte con seguridad, conviene un método sencillo y constante.
Listado útil para no perder el hilo:
Descarga el calendario oficial de tu comunidad y el anexo del centro, y guárdalos en el móvil. Anota en tu agenda los festivos estatales, autonómicos y municipales, diferenciados por color. Bloquea con dos meses de antelación Semana Santa y el periodo de Navidad si piensas viajar. Pregunta en tutoría por la jornada de junio y los días de libre disposición. Revisa con tus hijos evaluaciones y recuperaciones para que no colisionen con viajes.
Consejos prácticos para viajes, campamentos y abuelos
Si planeas viajar en Navidad, compra billetes cuando los colegios publiquen las fechas, normalmente antes del verano. El ahorro puede ser del 15 al 30 por ciento respecto a esperar a noviembre. En Semana Santa, el baile de fechas entre comunidades afecta a la ocupación. Un ejemplo habitual: cuando Madrid y Cataluña no coinciden exactamente, los precios en destinos de playa suben en dos picos, no en uno. Si puedes, busca ventanas de salida el miércoles anterior por la tarde y regreso el lunes posterior, te libras de la caravana.
Con campamentos, la demanda manda. Los urbanos en grandes ciudades agotan plazas para la última semana de junio y la primera de julio, justo cuando muchos colegios ya han reducido jornada o han terminado. Para asegurar hueco, la preinscripción antes de Semana Santa es una buena regla. En zonas rurales, a menudo hay margen, pero los autobuses de ruta imponen cupos.
Los abuelos son el salvavidas de medio país. Si dependen de tratamientos médicos o tienen citas periódicas, cruza esas fechas con el calendario de tus hijos. He visto familias perder reservas porque no contemplaron que la revisión del abuelo caía en el mismo jueves del puente de octubre. Un simple recordatorio compartido entre hermanos ahorra disgustos.
Diferencias clave por etapas: Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y FP
Infantil y Primaria mantienen mayor estabilidad. Los grandes cambios se dan en Secundaria y Bachillerato. En la ESO, algunos centros programan exámenes globales en diciembre, otros reparten pruebas por ámbitos hasta enero. Esto afecta la salida “limpia” para viajar antes de Navidad. En Bachillerato, la sombra de la EBAU ordena el tercer trimestre: hay simulacros, selectividad y recuperaciones. Es frecuente que el calendario marque fin de docencia de 2.º de Bachillerato antes que el resto, a veces a mediados de mayo. No confundir con vacaciones, porque suelen llegar refuerzos y repaso. En FP, los módulos prácticos y la FCT desplazan finales de curso a fechas diferentes. Que tu hijo de FP termine prácticas en julio no significa que todos sus amigos estén aún en clase.
Cómo leer las letras pequeñas del calendario
No subestimes los “días de libre disposición”. Cada comunidad dispone de varios para repartir. Algunos los decide la consejería, otros los propone el propio centro. Suelen caer estratégicamente en puentes de otoño, en carnaval o en días con baja asistencia prevista. El alumnado agradece el descanso, pero las familias necesitan saberlo pronto. Si ves un asterisco en el PDF del colegio, búscalo al final del documento. Ahí aparece la explicación, a veces con condicionantes de firma por el consejo escolar.
Otro detalle: la jornada intensiva de junio. No todos los centros la implementan igual. En Primaria, abundan las salidas al mediodía durante todo junio. En Secundaria, lo común es mantener las cinco o seis horas lectivas, pero concentrar exámenes por la mañana. Esto obliga a reorganizar comedores y rutas escolares, y ahí se producen los típicos errores de logística si no lo previste.
Herramientas digitales que sí ayudan
Las consejerías publican el calendario oficial en su web. Algunas lo ofrecen en formato iCal, que puedes importar al móvil. Si no está disponible, convierte las fechas a mano con un calendario compartido en casa. Las apps de los ayuntamientos incluyen festivos locales, un complemento útil. Y, desde experiencia personal, un recordatorio automático dos semanas antes de cada periodo vacacional evita prisas con documentos, vacunas de campamento o material de esquí.
Para familias separadas que comparten custodia, es aún más crítico. Conviene acordar intercambios no durante exámenes o recuperaciones. Si la sentencia marca fechas fijas, revisad cada curso el calendario para adaptar, dentro de lo posible, las entregas y recogidas a días que no perjudiquen al menor. El colegio suele colaborar si le informas con tiempo.
Por qué los calendarios no son idénticos incluso dentro de la misma comunidad
El nivel autonómico fija la base, pero los centros cuentan con autonomía en varios puntos: jornadas, actividades, semanas culturales, días de formación docente. También influyen los servicios municipales, como transporte o apertura de patios, que pueden condicionar horarios de entrada y salida. En zonas con climatología extrema, la inspección educativa aprueba ajustes puntuales. Nada de esto rompe el tronco de las fechas vacaciones escolares, pero sí afecta al día a día.
Un ejemplo real: un colegio en una zona rural de Galicia que ajustó una caminata tradicional a finales de octubre por temporal. Para que nadie perdiera la actividad, movió un día de libre disposición que estaba en febrero, con aprobación del consejo escolar y comunicación a las familias. El calendario oficial no cambió, pero la agenda sí.
Dónde consultar y cómo contrastar
La fuente primaria es siempre la consejería de educación de tu comunidad. Cada verano publica el documento del curso siguiente con los días lectivos y no lectivos. Después, el centro emite su calendario propio con los ajustes internos. Si dudas, escribe al APA o al tutor. Evita basarte únicamente en redes sociales o foros, donde, por experiencia, circulan errores de bulto.
Cuando compares calendarios escolares en España entre comunidades para planear vacaciones, fíjate en tres cosas: si el lunes de Pascua es no lectivo, si hay jornada intensiva en junio y si existen días “flotantes” alrededor de puentes. Esos tres factores explican ocho de cada diez descuadres entre familias de distintas regiones.
Un cierre con mirada práctica
Cada curso trae su propia partitura. Si dominas la estructura, interpretar las notas es sencillo: septiembre arranca entre el 6 y el 15 en casi todo el país, Navidad se extiende hasta después de Reyes, Semana Santa suma al menos una semana, y el final llega en la segunda quincena de junio. Sobre ese esqueleto, cada comunidad coloca sus tradiciones, climas y fiestas. Con una hora de planificación a principios de curso, liberas decenas de pequeñas decisiones después. Y cuando llegue ese email del colegio con “recordatorio de jornada intensiva”, tú ya tendrás preparado el plan B para comidas, recogidas y tardes. Ese es el verdadero valor de conocer a fondo tu calendario escolar España: menos improvisación y más vida en familia.